4 mar 2013

Costo de oportunidad (vol.3)

Bueno, pasó un tiempo bastante prolongado desde la última edición de esta serie de posts pero ahi va lo que tenía más o menos escrito y que en su momento no salió porque tenía que laburar como el plomero del Titanic hacer muchas cosas.

En el post anterior, conté una situación que me ocurrió con una chica hace algunos años. Siempre recuerdo su referencia a personas o situaciones del pasado, el "acordate de ellas cuando vuelvan"

Soy de los que cree que las personas no cambian. Lo que cambian son los contextos, los momentos. Cuando te dicen que cambies lo que tenés que cambiar es el contexto, los tiempos, lo que te rodea, uno no va a cambiar. Entiendo que esto es discutible o, en todo caso, que una cosa lleva a la otra. "El contexto te cambia/los momentos te cambian", pero en esencia, considero que uno no cambia.

Sucede que alguien del pasado reapareció. Cuando comenté antes que en mi noté siempre un progreso bastante regular y consistente es posible que no estuviese tan errado. Si bien no es un período prolongado el que transcurrió, su reaparición me hizo notar que esta persona estaba estancada. Como soy un tipo respetuoso y razonable, por un momento olvidé el pasado o, mejor dicho, le asigné a una situación pasada lo que en defintiva es, una situación pasada y se dio el siguiente diálogo.

Cé: Qué tal?
X (no, no es Ximena con "X", por dónde es? por allá? bueno, gracias (?)): Todo bien? Tus cosas bien?
C: Si... blablabla... *contando muchas cosas*
X: qué bueno, se te iba a dar, viste que te dije.
C: Claro y vos? Tus cosas?
X: Blablabla... *contando muchas cosas* y bueno, lo de siempre digamos, ya sabés...

Mientras la escuchaba y mantenía la conversación recordaba las situaciones que habíamos vivido, que no fueron demasiadas, pero sí fueron intensas. Sentía que "volvían". Recordé las decisiones que tomó cada uno de nosotros, porqué se dio lo que se dio y cuál fue el "costo" de esas decisiones. Esta persona decidió algo que obligó a alejarnos. Yo también decidí y esa decisión no cambió esa consistencia de la que hablaba al principio del post. Para esta persona evidentemente el costo fue mayor. Quizá por esa razón, vino una suerte de propuesta, que, en esta oportunidad, me hizo ser el primero en decidir.

Originalmente la serie de posts iba a terminar con esa decisión y cierto grado de incertidumbre que genera tomar una decisión que dejaría un final abierto pero el final queda para el próximo post porque puedo decir que le puedo dar un final.

3 comentarios:

Vale dijo...

Lo de cambiar no estoy de acuerdo. Yo creo que sí, que la gente cambia, o por lo menos tiene el potencial de hacerlo, de mejorar, si no no tendría sentido dedicarme a la docencia.

Lo que sí en este caso la docencia no me sirve de mucho porque en lo que respecta a este encuentro que mencionás, no entiendo nadaaaaa!!!!!!!

SirThomas dijo...

Aguardaremos por el cierre defnitivo de la historia.

Felicitaciones (digo por su progreso bla bla bla).

Iba a decir que "en esencia uno no cambia" pero releí y está en el post. Coincidimos. Los ámbitos, el contexto, etc, puede modificarse/te, algunos hábitos o costumbres, variar, pero la esencia lo que se dice esencia, no lo creo.

Saludos.
SirThomas.

César dijo...

Vale. Yo me refiero a que hay aspectos esenciales de nuestros ser que no cambian y que por su condición de esenciales entonces uno puede confundir el tener voluntad para terminar un trabajo que no había terminado como un cambio en nuestra esencia (eso por citar un ejemplo).

Sir. Espero terminarla en estos días, me lo propuse. Bueno, tu respuesta coincide conmigo.

Saludos!!!!!!!!!!!!