Pasaron muchas cosas estos meses. Demasiadas diría. Incluso mis inolvidables vacaciones. Como siempre digo, imagino que alguna vez se me ocurrirá contarlas. Pero hoy no.
Hoy es un día de lluvia en Buenos Aires. Un día triste. Me desperté triste, como sabiendo que algo malo podía pasar. En el desayuno, sin querer, volqué mi bebida sobre mi pantalón. Tuve que cambiarme entre mis insultos. Supuse la lluvia y cambié incluso mi calzado. Me veo algo ridículo. Estoy de colores muy claros en un día gris. Es gris por el cielo y por la tierra. Me inunda el desgano. El día no terminó, pero ya pasó algo malo.
Veo incertidumbre en el futuro. Veo que asi no avanza. Veo que quizá tenga que pensar anticipadamente en cuestiones que siempre me atemorizan. El temor me invade y no se qué pensar. Se puede elegir tener miedo? Yo quiero elegirlo ahora como lo hace siempre esa persona.
No me sale el miedo. No me sale desde hace tiempo y pienso en porqué aquellas cuestiones ya no me atemorizan. Tengo que rectificar la frase anterior, "siempre me atemorizan", porque ya no es asi. No siento temor.
Le sale el miedo. Le sale desde que la conocí y pienso en porqué aquellas cuestiones la atemorizan tanto. Esa persona...
Tiene miedo. Asi no avanza.
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